martes, 22 de junio de 2010

Maria Dueñas




María Dueñas, autora de "El tiempo entre costuras" anuncia una nueva novela. Está
ahí, en la foto, sentada en los escalones
que dan entrada al Colegio Mayor Pedro
Poveda, en el que ella estuvo aposentada
durante los 5 años en que estudió en Madrid
Filosofía y Letras.
Transcribo a continuación la entrevista que
le han hecho recientemente en el ABC.



MARIA DUEÑAS

Un año entre costuras

ABC recorre con la escritora revelación de

la temporada uno de los escenarios de su

nueva novela: el Colegio Mayor Poveda

Por PALOMA CERVILLA Fotos DE SAN BERNARDO

Hace ahora un año, una novela, cuya única pretensión era la de cumplir un sueño, se deslizó tímidamen­te por las librerías de toda España. Un lector, quizás seducido por el perfil enig­mático de la mujer que aparecía en la porta­da, semioculto bajo un pequeño sombrerito de época, y que miraba más allá de sus cos­turas, compró un ejemplar. Y luego fue otro, y otro más, y aquella mujer, de nombre Sira Quiroga, acabó enamorando a muchos más, y su encanto personal terminó por rendir a su pies a más de trescientos mil lectores, a los que hoy sigue conquistando y cuyo lí­mite nadie se atreve a decir dónde esta. Al mismo tiempo que su coqueteo incesante la proyectaba hasta convertirla en el éxito literario del año, la novela arrastraba en su carrera firme hacia la fama y el reconoci­miento literario a quien nunca lo pretendió, una mujer de modales suaves, sensibilidad cautivadora y cercanía entrañable, llamada María Dueñas, autora de «El tiempo entre costuras». Su primera y, hasta ahora, única novela.

Sira Quiroga, la protagonista del libro, arrancó a María de la normalidad de su vida en Murcia, donde es profesora titular de la Universidad, esposa y madre de dos hijos, y la lanzó a una aventura literaria, tan nueva como apasionante, que durante este último año ha transitado vertiginosamente entre los pliegues y las costuras de las páginas de su primera novela.

Sin perder un ápice de esa natural com­postura personal, la misma que siempre tuvo, antes de que el éxito llamara a su puerta, y que está delicadamente tejida sobre una tela de valores personales sólida­mente asentados, María revive junto a ABC la irrepetible experiencia de este último año, porque ella sabe que nunca habrá otra igual. Gira su mirada atrás, pero sin perder de vista el horizonte, aquél por donde ya empieza a vislumbrarse su próxima novela como apasionante, que durante este último año ha transitado vertiginosamente entre los pliegues y las costuras de las páginas de su primera novela.

Sin perder un ápice de esa natural com­postura personal, la misma que siempre tuvo, antes de que el éxito llamara a su puerta, y que está delicadamente tejida sobre una tela de valores personales sólida­mente asentados, María revive junto a ABC la irrepetible experiencia de este último año, porque ella sabe que nunca habrá otra igual. Gira su mirada atrás, pero sin perder de vista el horizonte, aquél por donde ya empieza a vislumbrarse su próxima novela. Y lo hace en un lugar, en el que quizás ella, sin pensarlo, comenzó a fraguar esta nueva entrega, hace más de veinte años: el Colegio Mayor Padre Poveda de Madrid, de la Ins­titución Teresiana, uno de los muchos es­cenarios donde se desarrollará su segundo libro, y en el que residió durante su época universita, allá por la década de los ochenta.

Historia de un éxito inesperado

Mucha gente se pregunta cómo ha llega­do esta escritora novel a convertirse en una de las más leídas de España con su único libro publicado. Cómo llegó su his­toria a manos de una editorial, cómo consiguió publicarla. La realidad es mu­cho más sencilla, y sorprendente, de lo que parece.

María sólo tenía, y no era poco, la histo­ria de Sira Quiroga sobre el papel. No sabía qué hacer y decidió buscar en in­ternet «¿cómo se publica un libro?». La primera respuesta de la red era que te­nía que tener un agente. Dicho y hecho, inició la búsqueda de agentes literarios en la red. Le salió una lista de nombres y picó la letra «A» y llamó por teléfono al primer nombre que apareció. Era una mujer, Antonia Kerrigan, que le pidió que le enviara la prueba del libro. Y así fue. Tanto gustó a Antonia el libro, que lo envió a la editorial con la que trabaja­ba con unos informes excelentes. María no sólo remitió «El tiempo entre costu­ras», sino también el esquema de la pri­mera novela que quería escribir, que se­rá la segunda que se publique. La novela cayó en las manos de esos cazadores de talentos que intuyen el éxito antes de que éste se produzca. Y el olfato no falló. El libro salió a la venta con una primera edición de tres mil ejemplares. Se ha multiplicado con más de 300.000 y die­cisiete ediciones.

En junio de hace un año salimos con una edición de 3.500 ejempla­res y, desde el principio, la reacción de los lectores fue muy positiva. Comenzaron a sucederse las ediciones y tuve que irme habituando a las entrevistas, a que los lec­tores me escriban y me cuenten cosas. Yo he recibido todo con mucha alegría, mucha satisfacción y mucha gratitud ».

Pero hubo un momento en que el libro tenía ya vida propia y, entre risas, admite que «me superó». Entonces, fue consciente de que Sira Quiroga había revolucionado

r su vida: «Me di cuenta que había perdido el control cuando no podía llevar a cabo los planes que yo tenía previsto. Quería empe­zar a trabajar en enero en mi nuevo libro pillado con 45 años, cuando ya tienes los puntales de tu vida muy bien anclados».

Sus hijos «están encantados» con el éxito de su madre, «pero ellos están en su pro­pia realidad y esto sólo es un añadido»; y su marido es el «primero que me ha apoyado desde el principio, cuando escribir era sólo una ilusión que se podía quedar en nada, en un documento en mi ordenador. Lo sigue todo con mucha ilusión».

Nueva historia

Después del vértigo que da vender más de 300.000 ejemplares de su primera novela, saber que se va a traducir a ocho lenguas, que se va a publicar en Estados Unidos y que incluso se llevará al cine, ya que una productora ha comprado los derechos de la obra para- hacer una serie de televisión, María Dueñas afronta el futuro con «mucha tranquilidad, con muchas ganas de escri­bir, pero no pensando que voy a dar el gran pelotazo. Me apetece mucho sumergirme en otra historia que resulte tan atractiva como ésta. Esta es mi intención y la voy a abordar con todo mi optimismo, con todas mis ganas, con toda mi ilusión, y con el ob­jetivo de conseguirlo. Después, ya veremos, tendrán que juzgarlo los lectores». ¿Y cómo será esta nueva historia que haga olvidar a los lectores la vida de Sira Quiroga? «Me gustaría escribir una novela larga en la que se entrecrucen historias, que haya saltos en geografía. Quiero situarla entre España y Estados Unidos, que tenga que ver con la vida universitaria y que, como en "El tiem­po entre costuras", haya sorpresas, encuen­tros, quiebros inesperados, una historia ágil y de muchos personajes. Arrancará en presente y tendrá flash back del pasado».

Girará en torno a la vida de una estu­diante universitaria que viene a España y que se alojará en el Colegio Mayor Poveda, «pero en una época anterior a la mía, tengo ya la referencia, pero voy a tener que docu­mentarme con las alumnas que estuvieron aquí una década antes». Un tiempo sobre el que María Dueñas guarda un cálido recuer­do: «Los años de estudiante universitaria marcan tu vida y tu futuro, tu destino, en cierta manera. Mis cinco años de la carre­ra los pasé viviendo aquí. Son unos años entrañables que recuerdo con muchísimo cariño, por todo lo que supusieron. Por las amistades, por los recuerdos y me ha encantado la idea de volver aquí otra vez, volver a tener vinculación con alguna cosa del pasado, que siempre había recordado con mucho cariño».

Fueron unos años universitarios tan in­tensos, con una vida colegial tan llena, que le dejaron tanta huella, que este guiño en su nuevo libro es el mejor homenaje que puede hacer para devolver todo aquello que reci­bió.


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