martes, 12 de febrero de 2008

EL MAGO DE LAS FINANZAS 03

Otra parte del DVD de la entrevista de Ely del Valle con Don Cristóbal Montoro

EL MAGO DE LAS FINANZAS 04

Insertamos a continuacion otra parte del DVD de la entrevista que Ely del Valle ha hecho esta mañana en Telemadrid a Don Cristóbal Montoro




EL MAGO DE LAS FINANZAS 05

Esta mañana, en Telemadrid, la periodista Ely del Valle, en su programa el círculo a primera hora, ha entrevistado a Don Cristóbal Montoro, al que yo llamo, El Mago de las Finanzas.

Intento insertar a continuación una parte del DVD de dicha entrevista


La Peña Gutenberg

Como continuación a lo que en su día escribí sobre la Peña Gutenberg, quiero traer hoy aqui una copia del artículo que el periodista Santiago JUANES publica en la Gaceta Regional del 22 de Enero de 2008 sobre la ciatada reunión de la Peña Gutenberg

LA GUTENBERG, 28 AñOS. Santiago JUANES en la Gaceta Regional del 22 de Enero de 2008.

Está el alcalde "sembrao": el mis­mo día en el que la empresa Nachi, que comenzó a funcionar el 21 de noviembre de 1977, anuncia su cierre de­jando en el paro a 87 trabajadores de más de cincuenta años y veinticinco de anti­güedad, va y le envía una carta a Rodrí­guez Zapatero con la cosa del Archivo, el gran asidero para cuando pintan bas­tos. Ya digo, "sembrao". Tampoco es que hiciera mucho cuando la Azucarera ce­rró sus puertas, pero... En fin, que el asunto se comenta por sí solo, el panora­ma industrial salmantino es en estas ho­ras más tenebroso y quién sabe si no ter­minará asolado como aquella Salamanca de 1812 de la que trató el últi­mo encuentro de la Peña Gutenberg, en Ciudad Rodrigo.

Además de los peñistas, Jesús Domínguez, homenajeadísimo; Laurentino Ri­sueño, maestro de ceremonias y voz ex­traordinaria, Francisco Ledesma, Jesús Castillo, Julio Sánchez y Joa­quín Sánchez, tuve a mi lado a Leopol­do Gómez, presidente de la Cofradía de San Sebastián, y a Alipio Martín, de la empresa El Pilar, un poco más allá a Se­bastián Íñigo, que celebraba, como su padre, el santo; Ángel Ferrero, Jesús Arroyo, Andrés Vicente, José María de la Nava; al músico y militar, director de la Coral Segoviana, Ramón Maseosa; a Francisco Ramos, padre del diestro José Luis Ramos, vecino de mesa de Bernardo Rodríguez, presidente de la Peña El Rincón, conocida como la del co­cido (más bien la de los cocidos), que fue afamado pastelero antes que fraile mar­mitón de los tres vuelcos; y Antonio Alonso, Miguel Rubio; el maestro lírico José Antonio Martín, cantor de las esencias de las tierras y gentes mirobrigenses; a Ángel Luis, párroco, poeta y deportista, de afabilidad franciscana, de la que ya casi no se encuentra; también José Felipe, y Ernesto Benito Zamarreño, además de José Ignacio Domín­guez, cabeza enciclopédica de Ciudad Ro­drigo, que puso su bodega al servicio de la causa Gutenberg el domingo hizo vein­tiocho años; no digamos José Ramón Cid Cebrián, Paco Morales, Tomás Pé­rez Delgado, autor de un libro sobre las vicisitudes de un soldado farinato duran­te la deportación de 1811 contada por él en unos diarios, cuyo hallazgo fue, en sí mismo, una aventura; o Miguel Ángel Martín Mas, hoy por hoy el que más sabe de la Guerra de la Independencia en Salamanca y mejor la cuenta. Era el te­ma, y nos relató como si la hubiese vivi­do la toma y saqueo de Ciudad Rodrigo por las tropas de Wellington, el saqueo, las honras fúnebres a los generales muertos, el anecdotario dramático de és­tos en aquellos días, la desolación tras la Guerra de la Independencia o cómo ésta fue la reafirmación de la nación españo­la. En medio del drama de la guerra, que era el tema, hubo tiempo para la sonrisa, la emoción, el chascarrillo, que allí había gente sin par para ello, como Tato. Se echó de menos a Moriche, que ha puesto un escaparate sobre el bicentenario que es historia pura, arqueo­logía sin matices, fascinante.

Pocas veces he visto gentes que amen tanto el rito y tengan en tan alta estima a la amistad. Que abracen la vida desde su entrega a Ciudad Rodrigo, tam­bién desde la fiesta, porque como le dije a Javier Iglesias, que se incorporó al café (y a la queimada de Julete), hay que unir a los títulos de la ciudad el de muy festera, pues da la sensación de que no para: ya están cortando las gargantillas de San Blas y preparándose para el Carnaval, que las coplas de las III Columnas y los pregones están ahí mismo.

La Gutenberg, oiga, es mucha Guten­berg, hay carrete para largo y uno estaría encantado de ser testigo de ello. Un abra­zo para ellos y mi solidaridad con los cu­rrantes de la fábrica Ñachi en el paro: no estaría mal que Caldera supiera la noti­cia, por aquello de que es ministro de Trabajo.