jueves, 3 de abril de 2008

ALZHEIMER

La cafeína ayuda a combatir el alzéimer, según un estudio

Un equipo de investigadores de Estados Unidos demuestra que la cafeína ayuda a bloquear los efectos del colesterol en la barrera que separa a las células neuronales del torrente sanguíneo

Una dosis diaria de cafeína en el desayuno puede ayudar a combatir los efectos del colesterol que están vinculados al mal de Alzheimer, según revela un estudio de investigadores estadounidenses y que ha sido publicado en Journal of Neuroinflammation.

Según científicos de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Dakota del Norte, esa dosis puede proteger la "barrera cerebro-sangre" (BBB, por sus siglas en inglés) del daño causado por una dieta con alto contenido de lípidos.

La barrera protege al sistema nervioso central y estudios anteriores han demostrado que los altos niveles de colesterol disuelven esta estructura de defensa que ya no puede protegerlo de las lesiones causadas por la contaminación transportada por la sangre.


Un equipo de científicos, en el que participan investigadores españoles, ha demostrado la interacción que tiene lugar entre una proteína clave para el desarrollo del Alzheimer y otra que constituye una diana de los tratamientos paliativos contra la enfermedad.

El trabajo, cuyas conclusiones aparecen publicadas en la revista Molecular and Cellular Biology, podría abrir una nueva vía de estudio para mejorar las terapias contra esta enfermedad, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.

El equipo de científicos, en el que participan los investigadores del Instituto de Neurociencias de Alicante (centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández) Javier Sáez y Ximena Silveyra, ha descubierto la relación entre la proteína presenilina 1, clave en el desarrollo de la patología, y la enzima colinérgica aceticolinesterasa, empleada en diversos tratamientos contra el Alzheimer.

Para ello, comprobaron que los niveles de la "proteína benigna", la acetilcolinesterasa, disminuyen para portar una mutación en la "maligna", la presenilina 1.

Un nuevo camino para el estudio

Este resultado hacen pensar a los autores que la maduración de la acetilcolinesterasa depende de la actividad de la otra proteína, un descubrimiento que supone "una nueva vía de estudio que puede resultar útil para mejorar el tratamiento, dada la relevancia de ambas proteínas en el desarrollo de fármacos", apuntan los científicos.

Asimismo, añaden que el trabajo puede contribuir a avanzar en la comprensión de las causas que originan la demencia de Alzheimer, puesto que el estudio de la actividad de la proteína presenilina 1 centra multitud de investigaciones.

El bloqueo de la acción de esta proteína mediante fármacos disminuiría teóricamente la formación de los compuestos tóxicos que desencadenan en la enfermedad, los péptidos beta-amiloides, y de las placas neuríticas (depósitos de compuestos tóxicos) características de la patología.

Además, el uso de fármacos que inhiben la actividad de la acetilcolinesterasa constituye la base del tratamiento paliativo de Alzheimer, una estrategia que logra mantener niveles más altos de un neurotransmisor relacionado con procesos de memoria y aprendizaje, denominado acetilcolina, que está implicado en el desarrollo de la enfermedad.

Pasqual Maragall, "un ejemplo" para los enfermos de alzheimer

Las asociaciones de lucha contra la enfermedad y expertos en terapias preventivas consideran que la actitud del político catalán puede incentivar el diagnóstico precoz

Pasqual Maragall, en la rueda de prensa que ofreció en el Hospital de Sant Pau, anunció que sufre un principio de Alzheimer "desde hace unos meses".

La actitud del ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall al dar a conocer que padece alzhéimer es "un ejemplo" porque "ayudará a perder el miedo a la enfermedad" y "animará a otras personas a buscar un diagnóstico en cuanto detecten los primeros síntomas".

Así lo cree la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (Ceafa), una organización que integra a 250 asociaciones y que en los proximos días se pondrá en contacto con el político catalán para "ofrecerle la colaboración que pueda necesitar, tanto él como su familia", anunció el presidente de este colectivo, Emilio Marmaneu.

Marmaneu agradeció a Maragall su gesto, que considera muy positivo para la lucha contra la enfermedad: "Que una persona pública de su relevancia colabore manifestando que padece alzhéimer va a ayudar mucho", dijo, "en primer lugar, para que sus compañeros poolíticos se sensibilicen y consigan que la Ley de Dependencia sea una realidad para estos pacientes".

Además, consideran que el hecho de que Maragall haya "demostrado la inteligencia de acudir pronto a recibir un diagnóstico" apoya su reivindicación de que se practiquen "pruebas preventivas a la población que se considere de riesgo a partir de los 65 años", como se hace con las mamografías para diagnosticar a tiempo el cáncer de mama.

"Posturas tan valientes como la de Maragall ayudan a que la gente pierda el miedo a la enfermedad ", dijo Marmaneu. Por este motivo, Ceafa pedirá al político catalán que participe en la reunión mundial de asociaciones que se celebrará el año que viene, y que abordará la enfermedad desde el punto de vista de los afectados.

En Barcelona, la coordinadora de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Cataluña, Eulalia Serra, cree también que la declaración de Maragall tendrá un efecto positivo a la hora de que la población conozca la enfermedad, "como ocurrió en el caso de José Carreras" y la leucemia.


El miedo a esta enfermedad hace que "mucha gente se confíe ante los primeros síntomas y no acuda al médico esperando que pasen", explica el presidente de Ceafa.

Menos del 8% de los pacientes con alzheimer en fase inicial van a talleres de memoria, a pesar de que esta intervención terapéutica mantiene durante el mayor tiempo posible la autonomía funcional en la vida diaria de los afectados y les ayuda a adaptarse a los cambios, informa Efe.


La falta de oferta pública y el coste que tiene ir a un centro privado, unos 200 euros al mes por dos sesiones semanales de hora y media, son las causas que limitan esta terapia a unos pocos, según Mercè Boada, directora médica de la Fundación ACE-Instituto Catalán de Neurociencias Aplicadas, y jefa clínica del área degenerativa del hospital del Valle Hebrón.


Los talleres, explicó Boada, estimulan las funciones cognitivas de acceso a las palabras, la imaginación visual, los conocimientos semánticos adquiridos, la orientación espaciotemporal, la memoria autobiográfica y la memoria actual. Esto se consigue con terapias de orientación a la realidad y ejercicios que simulan las actividades de la vida diaria, incorporando y manteniendo las rutinas.También Boada considera que el anuncio de Maragall será beneficioso para los enfermos y sus familias porque "ha hecho un propósito de cercanía de la enfermedad".


Prevención y fármacos


Actualmente, los grandes retos que plantea la enfermedad son encontrar un método de diagnóstico precoz y fármacos capaces de detener el proceso degenerativo.

Ahora el diagnostico de alzhéimer se basa en herramientas clínicas que tienen una precisión de entre el 85 y el 90%, explicó Albert Lleó, neurólogo adjunto de la unidad de memoria del hospital de Sant Pau. Consisten en test neuropsicológicos para comprobar la memoria, el lenguaje y la rapidez mental, e incluyen análisis de sangre para descartar otras enfermedades que pueden afectar a la memoria.

También se e emplean técnica de neuroimagen, como el Tac o la resonancia magnética craneal, para descartar lesiones como embolias o tumores. Con estas pruebas, se puede ver la atrofia del hipocampo y regiones de la memoria que se presentan en pacientes con alzhéimer, pero la asignatura pendiente sigue siendo el diagnóstico precoz.Sobre los tratamientos, el doctor Lleó ha remarcado que en estos momentos la industria farmacéutica ensaya unos 60 fármacos, y algunos de ellos se diseñan en centros españoles.

En cuanto a la progresión de la enfermedad, Albert Lleó recordó que es variable, aunque en algunos casos es fulminante y en 2-3 años puede incapacitar a la persona, pero la media está en una evolución progresiva y lenta de 8 a 10 años.


Esperemos que la ciencia siga avanzando en la lucha contra esta temible enfermedad.