Esta escritora de novelas policiacas tiene su mérito.
Anne Perry: se ha escrito un crimen.
Un homicidio por amor en su adolescencia la llevó a la cárcel. Pero rehízo su vida y se ha convertido en uno de los nombres más populares del best-seller, como su última novela «Las trincheras del odio»
POR MANUEL DE LA FUENTE
FOTO FRANCISCO SECO
Quién sabe si tras su clásico traje | de chaqueta, su broche de oro en
la solapa y sus pendientes de perlas deuna señora inglesa de toda la vida se esconde alguien capaz de servirnos una o dos tazas de arsénico, más o menos por compasión. Pero sí cabe decir (sobre todo, lo dijo un juez neozelandés hace años, muchos años), que Anne Perry, su nombre de escritora, puede ser una pista falsa. Porque hace años, muchos años, fue Juliet Hulme, y con sus finas manos de adolescente cometió un crimen, compinchada con su novia de entonces, un amor loco, ciego, literario, excesivo, martirizado, regado por distinta farmacopea (Perry estuvo más de una vez a las puertas de la muerte), y servido en bandeja de plata cinematográfica por Peter Jackson en una película sobrecogedora llamada «Criaturas celestiales», en la que Kate Winslet era Juliet Hulme. Perry nunca quiso ver el filme (casi mejor, pone los pelos de punta) y recuerda aquel suceso que le llevó a prisión varios años como «las tragedias y errores de mi infancia». ¿Un crimen por amor es menos crimen? «He dedicado mucho tiempo a reflexionar sobre ello, y sólo puedo apuntar que no es lo mismo estar enamorado de alguien que amar a alguien», resume Perry.
Rehízo su vida y se ha convertido en una de las autoras de best-seller más populares del planeta. Primero con sus sagas victorianas de los detectives Pitt y Monk («la época victoriana es lo suficientemente cercana para que comprendamos sus creencias y comportamientos, y al mismo tiempo lo suficientemente lejana para que nos fijemos en su gla-mour, los trajes, la luz de gas... pero la parte oscura de esa época era verdadera y terriblemente oscura...») antes de acometer una nueva aventura literaria centrada en la I Guerra Mudial («en Inglaterra se la conoce como la guerra de los poetas y fue cuando perdimos la inocencia y murió todo idealismo» de la que acaba de publicar «Las trincheras del odio» (Edi6iones B).
Hace años, mucho años, Anne Perry vio la cara del Mal muy de cerca, tan de cerca que el diablo pasó algún tiempo de okupa en su alma. Finalmente lo exorcizó con el trabajo, el sacrificio y su pertenencia a la Iglesia de Cristo de los Santos del los Últimos Días, a la que pertenece: «La fe es la mejor herramienta que tenemos contra el Diablo», afirma la escritora, poniendo el dedo en la llaga de las tinieblas.
Parece una señora inglesa de toda la vida. Y lo es. Pero si alguna noche andan ustede cerca del Támesis y la niebla londinense comienza a espesarse y oyen pasos... avisen a Scotland Yard y quítense de en medio. Una escritora anda suelta. Elemental, querida Perry.