martes, 27 de noviembre de 2007

La apoteosis de la Creación

Este es un homenaje a la mujer y de modo especial a las madres.
Si el texto se interrumpe, volver a pinchar en el triangulito situado
en la parte inferior izquierda y hacer pausa para leer el texto dete-
nidamente. La musica que acompaña es del Oratorio La Creación,
de Haydn.


LA APOTEOSIS DE LA CREACION

Y el Señor creó a la madre.

Un ángel se acecó al Señor y le dijo: - ¿qué estais haciendo que tanto entusiasmo ponéis? El Señor le contestó: ¿has leído las especificaciones de esta orden? ¡Es una mamá!. Tiene que ser completamente lavable y no de plástico, tener 180 partes movibles y reemplazables, debe poder trabajar con sólo beber agua y poder vivir de sobras, debe dar besos que curan desde una pierna rota hasta un corazón desilusionado y tener seis pares de manos. El ángel dijo: ¿seis pares de manos? ¡Imposible!. Pero no son las
manos lo que me preocupan, dijo el Señor, son los tres pares de ojos que este modelo debe llevar: un par que mira a través de las puertas cerradas, un par en la parte de atrás de la cabeza que adivina cualquier peligro y, por supuesto, un par en la frente que ve cuando el hijo comete un error, y lo ve y le dice sin hablar: "entiendo y te quiero, hijo". El ángel tocándole la manga a su Señor le dijo: Señor, vamos a dormir, ya seguirás mañana. No, no puedo, dijo el Señor, estoy a punto de crear a alguien tan cerca de mi, que debo terminar. Debe ser alguien que se cure solo, alguien que resuelva todo, que pueda a alimentar a una familia de seis con unos cuantos billetes, que logre meter a un niño de nueve años bajo la regadera y contarle un cuento capaz de tranquilizarlo. El ángel rodeó el modelo de la mamá y dijo: es muy suave y se ve fuerte. El Señor le contestó: no te puedes imaginar lo que esta madre puede hacer y tolerar. ¿Puede pensar?. No solo pensar, sino razonar y complementar, dijo el Señor. ¿Y esa lágrima en los ojos para qué es?. Es, dijo el Señor: de gozo, tristeza, decepción, dolor, soledad, orgullo, alegría. Señor, dijo el ángel, ¡eres un genio!. Y el Señor, mirando tristemente su modelo, dijo: lo malo es que nunca tendrá descanso y jamás obtendrá ni la mitad de amor que ha derrochado, por eso ¡le doy mi bendición muy especial!. ESTA ES MI CREACIÓN PERFECTA.