viernes, 26 de septiembre de 2008

UNA MUJER VALIENTE




















Con este título: "Una mujer valiente", he recibido del blog La opinion de un ciudadano la descripción del hecho transcendente que ha ocurrido en la vida de la senadora catalana Mercedes Aroz.

Una mujer valiente (A brave woman)

Posted: 24 Sep 2008 09:45 AM CDT


Estaba buscando una ocasión de felicitar en mi blog a una de las mejores políticas de España y la encuentro en su onomástica, la Virgen de la Merced, que se celebra hoy, 24 de septiembre. Se trata de Mercedes Aroz. A esta senadora socialista no le falta capacidad de liderazgo. Fundó el Partido Socialista de Catalunya-PSOE. Ha ejercido numerosas responsabilidades orgánicas y públicas (en la foto, aparece detrás de Felipe González), entre ellas y durante 21 años, la de diputada y senadora en el Parlamento español. Ha sido la senadora más votada de la historia de la democracia, ya que sólo en el Senado se elige con lista abiertas: fue votada por 1.602.225 barceloneses en 2004, el 53,67%.
Nadie como ella supo explicar en su momento el sinsentido de la ley que hizo al matrimonio una unión entre dos personas, sin importar el sexo. Explicó valientemente sus seis razones que resumo:

1.- No garantiza el bien común: rompe la configuración objetiva del matrimonio y no da prioridad a los derechos de la infancia. (No mantiene el equilibrio necesario entre la ampliación de los derechos civiles para la minoría homosexual y la salvaguarda de los intereses generales)
2.- No admitirlo es una opinión muy autorizada (así piensa buena parte de la socialdemocracia europea, el Consejo de Estado y el Consejo General de lPoder Judicial)
3.- El matrimonio es una institución de relevancia social (todos procedemos de la unión de un hombre y una mujer; asegura el futuro de la humanidad; genera beneficios sociales). Requiere por ello, una regulación jurídica propia y una protección adecuada.
4.- La Ley cambia la esencia del matrimonio basada en la ley natural y civil. Debilita la institución más importante de la sociedad.
5.- Respecto a la adopción no hay estudios concluyentes y sí opiniones contradictorias de los expertos. En la duda hay que inclinarse por anteponer los derechos de los menores que según nuestro ordenamiento jurídico han de tener prioridad absoluta
6.- Es una Ley de gran trascendencia sacada sin un gran consenso parlamentario y con fuerte división social, desoyendo a millones de ciudadanos representados por otros partidos democráticos y asociaciones e instituciones importantes de nuestra sociedad. (
para leer el texto completo, pinchar aquí)

Unos años después, recibió el don de la fe. A finales del año pasado anunció que dejaba la política al finalizar la legislatura por discrepancias con la dirección del partido a raíz de la aprobación de leyes como el matrimonio homosexual, que a su juicio "chocan frontalmente con la ética cristiana". Después de varias décadas de ideología marxista, en un proceso de transformación personal que ha durado "varios años" y que ha culminado en su "plena integración como miembro de la Iglesia Católica", dejando claro que no se hace católica disidente en los típicos temas que saca la prensa.
Uno de los detalles más entrañables de su conversión es el buen ejemplo de un Juan Pablo II anciano y enfermo que convocó a dos millones de jóvenes en Roma, en el Jubileo del 2000, proponiéndoles una vida de exigente, que valga la pena. “Aquello me hizo reflexionar sobre la izquierda” Y para los que tienen una visión fideísta de la religión, añade “Y he hecho esta conversión apoyándome, siempre, en la razón”, algo que habría emocionado a Benedicto XVI. Se puede leer un extracto de esa entrevista en El País.


La senadora socialista por Barcelona Mercedes Aroz ha comunicado su retirada de la política al finalizar la legislatura por discrepancias con la dirección del PSOE a raíz de la aprobación de leyes como el matrimonio homosexual, que a su juicio "chocan frontalmente con la ética cristiana".
En declaraciones a Europa Press, Aroz explicó que ha comunicado su decisión al PSC, partido en el que seguirá militando. Aun así, dejará su escaño, que ocupa con el mayor número de votos de la historia del Senado (1.602.225 en la última legislatura, el 53,67%).
Aroz --que fue cofundadora del PSC-- anunció su "conversión" al cristianismo, tras varias décadas de ideología marxista, en un proceso de transformación personal que ha durado "varios años" y que ha culminado en su "plena integración como miembro de la Iglesia Católica".
"Mi actual compromiso cristiano me ha llevado a discrepar con determinadas leyes del Gobierno que chocan frontalmente con la ética cristiana, como la regulación dada a la unión homosexual o la investigación con embriones, y que en conciencia no he podido apoyar. En consecuencia se imponía la decisión que he tomado", afirmó.
"He querido hacer pública mi conversión para subrayar la convicción de la Iglesia Católica de que el cristianismo tiene mucho que decir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, porque hay algo más que la razón y la ciencia. A través de la fe cristiana se alcanza a comprender plenamente la propia identidad como ser humano y el sentido de la vida", indicó.
Según Aroz, "la libertad religiosa reclama el respeto y un reconocimiento positivo del hecho religioso, frente a un intento de imponer el laicismo" por parte del Estado, a la vez que reclama a éste que ponga las bases para facilitar "la educación religiosa en la escuela".
Aroz pone fin así a una larga etapa de militancia activa a lo largo de 32 años en el partido socialista, en el que ha ejercido numerosas responsabilidades orgánicas y públicas, entre ellas y durante 21 años, la de diputada y senadora en el Parlamento español.
La aún senadora fue cofundadora del PSC en el año 1978, desde la Federación Catalana del PSOE y como miembro de la comisión que elaboró las bases de la unidad de los tres partidos socialistas catalanes existentes en aquel momento: PSOE, PSC (C) y PSC (R).
Se afilió al PSOE en 1976, proveniente de la Liga Comunista Revolucionaria, y en el PSC formó parte de su dirección política durante 18 años, así como del Comité Federal del PSOE. En 1986 fue elegida diputada por Barcelona a las Cortes.
Diputada en el Congreso durante cuatro legislaturas, fue portavoz de Economía del Grupo Socialista, y adjunta a la Secretaría General en la Dirección presidida por Felipe González y Joaquín Almunia como portavoz, y posteriormente como presidente.
Senadora electa por Barcelona en las dos últimas legislaturas por la coalición Entesa Catalana de Progrés (PSC, ERC, ICV-EUiA), obtuvo 1.602.225 votos en la última legislatura, el 53,67%. En la actualidad es la portavoz de Economía y Presupuestos de su grupo parlamentario.

MERCEDES AROZ HA TOMADO LA DECISIÓN "EN CONCIENCIA"

Las seis razones de la senadora del PSC para no apoyar el matrimonio gay:

La senadora socialista por Barcelona Mercedes Aroz ha explicado que no apoyará "la próxima semana la Ley de regulación del matrimonio, de gran trascendencia social", por dos razones principales, entre otras, que son que la ley "va más allá de equiparar uniones homosexuales y matrimonio" pues "cambia la esencia de la institución matrimonial", y porque en una ley de "esta trascendencia no se haya propiciado un gran consenso parlamentario y se haya creado una situación de fuerte división social".




Noticia publicada el 17-06-2005

(Libertad Digital) Con Mercedes Aroz ya son dos los senadores socialistas que no apoyan la ley: Francisco Vázquez y ella misma. Los razonamientos que le han llevado a la senadora socialista a estar en contra de la ley de reforma del matrimonio, son los siguientes, según ha manifestado a Europa Press:

1.- Como legisladora considero que las normas jurídicas deben garantizar el bien común, algo que esta ley no cumple a mi juicio ya que no mantiene el equilibrio necesario entre la ampliación de los derechos civiles para la minoría homosexual y la salvaguarda de los intereses generales.

2.-Coincido en mi oposición a esta Ley con las posiciones sobre esta cuestión de buena parte de la socialdemocracia europea y las del socialismo francés que representa Lionel Jospin, y con los argumentos jurídicos expresados por organismos representativos como el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial. Mi crítica es a la regulación jurídica concreta por la que se ha optado para el reconocimiento de derechos a la unión de personas homosexuales, que rompe la configuración objetiva del matrimonio y no da prioridad a los derechos de la infancia.

3.- La Ley confunde una institución de relevancia social, como es el matrimonio, con formas de convivencia basadas en la orientación sexual, que como reconoce la propia Ley son algo de trascendencia personal, aunque puedan generar derechos. Por el contrario, la unión de un hombre y una mujer en la que se basa el matrimonio, de la que procedemos todos y que asegura el futuro de la humanidad genera beneficios sociales y requiere por ello, una regulación jurídica propia y una protección adecuada.

4.- La Ley va más allá de equiparar uniones homosexuales y matrimonio, ya que propone cambiar la esencia de la institución matrimonial basada en la ley natural y civil, y de la que procede también el matrimonio canónico. Y esta alteración del matrimonio implica debilitar la institución más importante de la sociedad. Y no parece que convenga a la sociedad en su conjunto que se debiliten instituciones jurídicamente consolidadas que son su propio cimiento.

5.- Con respecto a la adopción no hay estudios concluyentes sobre los efectos para el desarrollo armónico de los niños en parejas del mismo sexo. Hay opiniones contradictorias de los expertos. Por tanto, ante la duda hay que inclinarse por anteponer los derechos de los menores que según nuestro ordenamiento jurídico han de tener prioridad absoluta para el legislador.

6.- Finalmente, lamento que en una Ley de esta trascendencia no se haya propiciado un gran consenso parlamentario y que se haya creado una situación de fuerte división social, desoyendo la posición contraria de millones de ciudadanos españoles representados por otros partidos políticos democráticos y expresada también a través de asociaciones e instituciones importantes de nuestra sociedad. Especialmente cuando hay otras alternativas. Valga el ejemplo de la reciente Ley aprobada en Suiza que denomina a la unión homosexual Pacto Civil de Solidaridad (PCS), que no equivale al matrimonio ni permite adoptar, pero equipara los derechos en el ámbito fiscal, penal, de sucesiones, seguridad social y jubilación".




miércoles, 24 de septiembre de 2008

CARADURA















En mi pueblo, cuando alguien lanza una afirmación de este tipo, ante la trayectoria, afirmaciones y
remoloneos anteriores solo se le contesta con una palabra: ¡¡¡¡¡Caraduraaaaaaaaa
!!!!!!!!.

Solbes: "Nosotros no hemos negado nunca la crisis"

El ministro de Economía se defiende en la sesión de control del Congreso de los Diputados ante las críticas | Solbes reconoce que la evolución de la morosidad "es preocupante"

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes

EFE MADRID

El ministro de Economía y vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, ha reconocido este miércoles durante la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados que "la inclinación en la curva del crecimiento de la morosidad es realmente preocupante".

Así lo ha asegurado el titular de Economía, tras defenderse de las diversas acusaciones recibidas en torno al tratamiento público de la desaceleración con un rotundo "nosotros no hemos negado nunca la crisis" que ha provocado más de un murmullo entre los presentes.

Ante la pregunta del diputado del PP Ramón Aguirre sobre los índices de morosidad en nuestro país, el ministro de Economía ha comparado los actuales niveles en España con los que sufren otros países europeos o Estados Unidos -cuya morosidad supera el 5%, según Solbes-. "La evolución es preocupante", ha sentenciado, para afirmar después que el Ejecutivo sigue el tema muy de cerca.

Enlaces recomendados

· La morosidad supera el 2% en julio por primera vez en diez años

· 60.000 familias se encuentran en la actualidad en situación de morosidad en España

· La morosidad sobre créditos se sitúa en junio en su tasa más alta desde 1999

En su réplica, Aguirre ha argumentado que la morosidad "se ha triplicado en el último mes" en nuestro país, y ha acusado a Solbes de no hacer nada en "economía, empleo o precios". "Usted está estrangulando la capacidad de los hogares españoles para responder a la crisis", le ha espetado el diputado del PP al ministro, momentos antes de terminar su intervención con una petición: "Señor Solbes, por favor, despiértese y haga algo", ha concluido Aguirre.

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willenskraft hace 6 minutos

JAJAJAJAJAJAJAJAJA MENTIROOOOOOOOOOOOOOOOOOO OSO!! Existen multiples grabaciones donde tú y el resto del desgobierno niega la crisis, aparte de soltar memeces como q estabamos mejor preparados q nadie, o tus gráficas de la mentira en los debates pre-electorales!! Queda claro q este desgobierno de INUTILES y MENTIROSOS se creen q los españoles son tontos. En todo caso a unos cuantos les encanta q les engañen. Solbes ya arruinaste España una vez y ya vas a por la segunda medalla!!

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miércoles, 17 de septiembre de 2008

FOBIA AL HECHO RELIGIOSO









Es patente en España la total ausencia de tolerancia y respeto
al hecho religioso por parte de la izquierda en general y del socialismo en particular y como consecuencia a todos los creyentes. Es
evidente la falta de democracia ante esas situaciones.

Exponemos a continuación un artículo del perodista Hermann Tertsch sobre tal materia.

LA FOBIA AL HECHO RELIGIOSO

EL viernes pasado se produjo en Alemania un acontecimiento editorial. Salía a la ven­ta el último libro de Helmut Schmidt, el socialdemócrata ex canciller federal y probable­mente hoy el alemán vivo con mayor prestigio na­cional e internacional, con la lógica excep­ción del Papa BenedictoXVI.

El autor ha­bía anunciado este libro suyo, titulado «Ausser Dienst» (Fuera de servicio) como fruto del «deseo de escribir lo que he ido aprendiendo en la política a lo largo de los decenios». Dicen quienes lo han leído que es el libro más personal e íntimo que ha es­crito. Desde luego lo es el capitulo que pu­blica en su nuevo número el semanario «Die Zeit», del que Schmidt es aún editor honorario. Se titula «Lo que aún creo» y es un can­to a la tolerancia y al profundo respeto a las reli­giones en general y al cristianismo en particular. «Pese a todo mi escepticismo hacia una serie de dogmas cristianos siempre me he sentido cristia­no» y «sigo en la Iglesia porque genera contrape­sos a la descomposición moral en nuestra socie­dad y porque ofrece apoyo». El capítulo es una lar­ga reflexión, menos sobre la Iglesia en particular que sobre el hecho religioso y el deber que siempre sintió, más allá de sus dudas y re­servas, a mostrar el máximo respeto a este hecho religioso por su carácter dignifican­te y por su fuerza generadora de esperan­za.

Coinciden así con el socialdemócrata Helmut Schmidt el conservador y presiden­te francés Nicolás Sarkozy cuando habla de un laicismo positivo en el que el estado y sus dirigentes entiendan a la religión y al hecho religiso como una fuerza positiva y no co­mo una amenaza para los gobernantes.

Lo cierto es que no hay que ser ni creyente, ni socialdemó­crata, ni conservador, ni siquiera excesivamente culto y sensible para respetar el hecho religioso y darle la importancia que merece en nuestra cultu­ra y civilización, en nuestra democracia, la per­cepción de trascendencia de la persona. Hay que ser, por el contrario, muy sectario, muy inculto y estar ideológicamente muy emponzoñado para agitar y movilizar tanto odio y desprecio al hecho religioso como ha logrado el actual gobierno so­cialista español.

La fobia anticristiana que rezuman comenta­ristas y tertulianos, programas de humor y series televisivas, informativos y supuestos análisis en nuestro país no tienen parangón en ningún país europeo. Y desde luego en ninguno de estos países europeos los ataques a la Iglesia o a los creyentes en general podrían beneficiarse de los resortes mediáticos directos del poder, como aquí sucede. Este fanatismo y odio villano que se manifiesta por todas las esquinas, páginas y altavoces en' nuestro país en la mofa y el insulto hacia el hecho religioso es una profunda anomalía más de nues­tro país. Que agrava muchos otros tristes fenóme­nos sociales en los que somos, sí, señor Zapatero, de la «Champions League».


miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿EL JUEZ GARZÓN EN LA ILEGALIDAD?










Don Andrés de la Oliva Santos, catedràtico de derecho procesal en la Universidad Central de Madrid, escribe un artículo en la Tercera de ABC, en el que pone en duda la situación de legalidad del Juez Garzón despues de dictar su providencia del 28 de Agosto pasado, por la que oficia a numerosas entidades públicas y privadas, para que le informen de muertes violentas, desapariciones, enterramientos anónimos y exhumaciones presuntamente incontroladas hasta ahora.
Reproducimos a continuación el citado artículo.


"Una ilegal «inquisitio generalis»

... El desvarío jurídico de un Juez, que sus compañeros más discretos deberían haber acogido con un piadoso silencio, se ha visto completado con una sorprendente solidaridad...

A Dios gracias, ninguno de mis familiares ya­ce en fosas comunes, cavadas por unos o por otros. Lo digo para que nadie piense que es­tas líneas están movidas por un apasionamiento per­sonal. Escribo porque, como ciudadano y como juris­ta, me parece que no debe pasar en silencio un episo­dio judicial de grave ilegalidad y de aún más grave to­lerancia del abuso de poder.

Me refiero a la providencia del Juez Garzón, de 28 de agosto de 2008, por la que oficia a innumerables en­tidades, públicas y privadas, para que le informen de muertes violentas, desapariciones, enterramientos anónimos y exhumaciones presuntamente incontro­ladas hasta ahora. Esa resolución judicial pretende también que «la Conferencia Episcopal Española (...) comunique a todas y cada una de las parroquias de España que deberán permitir el acceso a la Policía Judicial, que será designada por este Juzgado, para la finalidad de la identificación de las posibles vícti­mas desaparecidas a partir de aquella fecha [17 de ju­lio de 1936] y en virtud de que el Centro Documental de la Memoria Histórica informa en fecha 14 de agos­to de 2008 que una de las fuentes de información que interesa a esta causa es de [sk] los libros de difuntos de las parroquia de la Iglesia Católica».

Ante solicitudes de varias entidades (se mencio­nan cinco), el Juez dispone una catarata de averi­guaciones, que los lectores ya conocen suficiente­mente. Característica del conjunto de esas averigua­ciones es su generalidad, su amplitud ilimitada, es­pecialmente clara cuando expone lo que pretende respecto de «todas y cada una de las parroquias de España». El Juez se propone movilizar a innumera­bles fuentes de información en todo el país y no sólo a quienes razonablemente pudieran informarle en ciertos lugares y regiones sobre ciertos hechos. Y es­to es jurídicamente inaceptable.

Porque, conforme a Derecho, un proceso penal debe tener como objeto, incluso en su inicial fase de instrucción, (la noticia de) un hecho determinado con apariencia delictiva y merecedor de investiga­ción porque también parezca merecedor de una pe­na. El hecho puede ser muy simple, simple, complejo o muy complejo, pero ha de estar delimitado. No vale iniciar procesos penales para investigar en general a una persona, un entero ámbito profesional o em­presarial o un fenómeno social, por deplorables que sean o parezcan. Con palabras más técnicas, pero in­teligibles: las averiguaciones del proceso penal no pueden consistir en lo que hoy, dejando a un lado raí­ces históricas, denominamos «inquisitio generalis». Y lo que revela la providencia de Garzón es que ese Juez no rechaza, sino que admite y promociona una inquisición indudablemente general, aunque de múltiples y poco claras finalidades, sobre las que aquí prefiero callar, porque deseo que estas líneas sólo conecten la resolución de Garzón con nuestro Derecho, dejando a un lado la política.

D. Baltasar Garzón es muy libre de dedicarse a in­dagar el número (ya tan estudiado y controvertido) de fallecidos en la Guerra Civil y también el número de desaparecidos, es decir, de personas de las que no consta su fallecimiento pero tampoco que vivan. Puede asimismo concentrarse en el número de los inhumados en fosas comunes, proponiéndose ade­más identificarlos a todos o a cuantos resulte posi­ble. Puede el Sr. Garzón, como pueden muy legítima y justificadamente familiares y entidades benéficas, pretender que se entierre debidamente a los muertos. Pero todo o parte de eso puede hacerlo D. Baltasar Garzón como historiador privado, por su cuenta o con los mecenazgos que sé procure y, ha­bría que añadir, con los debidos permisos del CGP J mientras sea Juez. Como no puede el Sr. Garzón ha­cer legítimamente todo o parte de eso es como Juez instructor, en el seno de un proceso penal, con el di­nero de los contribuyentes destinados a impartir justicia y con el apoyo de funcionarios de la Admi­nistración de Justicia y de la policía judicial, paga­dos también por todos con otros fines. Sin embargo, el Sr. Garzón lo quiere hacer como Juez y entonces actúa contra Derecho y con manifiesto y grande abu­so de su función.

La oposición a la «inquisición general» no es cosa mía. Además de que la regla de nuestro proceso penal es «un delito (aparente), un proceso» (art. 300 LECrim) y de que la excepción son los delimitados ca­sos legales de delitos conexos (art. 17 LECrim), la proscripción de la «inquisitio generalis» pertenece al más indiscutible e indiscutido abecedario proce­sal, como un firme punto de partida sobre el objeto y finalidad del proceso penal. El Tribunal Constitucio­nal ha declarado en varias ocasiones (SS 32/1994, de 31 de enero; 63/1996, de 16 de abril; 41/1998, de 24 de fe­brero y 87/2001, de 2 de abril), que un proceso penal instrumentado para la «inquisitio generalis» no es compatible con nuestra Constitución. En la última sentencia citada se lee que la «inquisición generab> es «incompatible, ciertamente, con los principios que inspiran el proceso penal en un Estado de Dere­cho como el que consagra la Constitución española».

Frente al «argumentarlo» más utilizado hasta ahora ante esta ocurrencia de Garzón, me permito considerar lo que acabo de exponer mucho más importante que otras valoraciones, como la muy dudo­sa viabilidad fáctica de ese proceso, por la ingente movilización de recursos y personas que implicaría. Y, por supuesto, me parece penoso que la providencia garzoniana sea disculpada con los progresos históri­cos que quizá podrían lograrse a título de efectos co­laterales. En cuanto a la posible buena intención del Juez de cerrar heridas históricas, aducida por el Ministro del Interior (¡el Ejecutivo portavoz de la intimi­dad del titular del Poder Judicial!), es deseable que, desde el interior de los muros del Estado, no se con­funda el ejercicio de.la potestad jurisdiccional con cualquier barata medicina histórico-social.

Muchos ya estamos, desde hace tiempo, «acos­tumbrados a innumerables resignaciones», como dijo Julio Camba. Con todo, he sufrido una notable conmoción intelectual y emocional al conocer el apoyo que el Juez Garzón ha recibido públicamente de sus compañeros titulares de otros Juzgados Cen­trales de Instrucción. Estos Magistrados han afir­mado que una crítica acerba al Sr. Garzón, por la providencia descrita, «excede de los límites a la crí­tica de las resoluciones judiciales, poniendo en en­tredicho la integridad profesional del Magistrado». Así pues, el desvarío jurídico de un Juez, que sus compañeros más discretos deberían haber acogido con un piadoso silencio, se ha visto completado con una sorprendente solidaridad que, requiriendo nuestro respeto, resulta irrespetuosa e irritante porque obstaculiza la necesaria crítica a los desati­nos y desmanes del poder, que también pueden ser del poder judicial ostentado por cada juez, indepen­diente desde luego, y, por tanto, no responsable polí­ticamente, pero no relevado de responsabilidad jurí­dica y, sobre todo, social. La responsabilidad social que se sustancia sobre todo con la crítica.

Yo sé lo que es la integridad física e incluso la inte­gridad moral. Pero no tengo tan claro qué puede significar la «integridad profesional». ¿Acaso la con­dición o cualidad de buen profesional? Asombra que, al apoyar al Juez Garzón, sus colegas Jueces Centra­les de Instrucción se arriesguen a hacernos pensar que dan por buena una «inquisición general». Pero asombra aún más que nos sitúen con sus palabras an­te la extrema dificultad que representaría criticar

duramente, como se merece, una resolución de un Juez sin cuestionar que sea un buen Juez. No. La crí­tica de las resoluciones judiciales puede estar hecha sin leerlas y sin conocimientos sobre el asunto de que se trate. En tal caso, será una crítica débil y sin impacto. Pero la crítica realizada tras conocer, estu­diar y pensar lo que se critica no puede tener otros lí­mites que los jurídicos: no lesionar indebidamente el honor y no injuriar ni calumniar. Puede —y, en oca­siones como ésta, debe— ser dura, áspera, acida, etc. Puede incluir interrogantes y respuestas sobre los posibles motivos de lo que se considere disparatado. Puede comparar lo resuelto por el Juez o los Magis­trados con otras resoluciones. El respeto mínimo e in­declinable es no lesionar —atención: no hacerlo in­justificadamente— el honor. Un respeto mayor han de ganárselo los Jueces y Magistrados con la calidad de su trabajo, como cualquier hijo de vecino y como cualquier titular de otro poder público. Y para ganar­se ese respeto, que empiecen por respetar el Derecho y la dignidad de sus togas, símbolos visibles de su función y de su potestad. Algunos de los que critica­mos resoluciones judiciales, desde hace casi cuaren­ta años, tenemos acreditada una alta consideración a la función de los Jueces. Por eso, después de tantas experiencias, nuestro estómago aún se revuelve ante algunas resoluciones judiciales."

ANDRES DE LA OLIVA SANTOS

Catedrático de Derecho Procesal de la UCM


TVE a la CARTA

TVE a la CARTA080908

martes, 9 de septiembre de 2008

MI PROPIO MANIFIESTO (I I)







Esta es la segunda parte de un escrito publicado por Arturo
Pérez - Reverte en XLSemanal, relativo al lenguaje común
de España.

"La semana pasada se acabó la página cuando les comentaba cómo ni el Gobierno central ni algunos gobiernos autonómicos garantizan el libre uso del castellano, o español, en la Administración, Sanidad o Educación de toda España. Franquismo al revés: antes era el español forzoso para todo, y ahora es la lengua local la obligatoria. Cuando los nacionalistas buscaban parcelita, la palabra bilingüismo era mágica: daban el alma por rotular también en catalán, gallego o vascuence. Ahora proclaman sin disimulo el ideal de una nación monolingüe, aunque no encaje en la realidad de la calle. Pese a que su mala fe es evidente, aún hay palmeros y cómplices afirmando que eso es progresista; y denunciarlo, resabio imperial. Y mientras tanto imbécil –en el más honrado de los casos– mira al tendido o lleva el botijo, cuatro golfos oportunistas han convertido las respectivas lenguas, valiosas herramientas culturales y de comunicación, en filtro sectario para excluir a los no afines y promocionar en el trabajo y la sociedad a su clientela exclusiva. Marginando la excelencia profesional a favor de la lingüística, como si contara más el idioma que la habilidad de quien opera con un bisturí. Tal es el sentido de la sobada cohesión social: hablar sólo una lengua propia como si la común, el español, no lo fuese. Empeño legítimo, por cierto, para un catalán, un vasco o un gallego nacionalistas; pero injusto para quien no lo es. En una España llena de naturales e inmigrantes que van de una autonomía a otra buscando trabajo, es un disparate negarles el único idioma que permite comunicarse en todo el territorio nacional –y también fuera de él– con soltura y libertad.

En esta canallada política nadie tiene la exclusiva. Los graves cantamañanas del Pepé, reunidos hace mes y pico en San Millán de la Cogolla para proclamar su apoyo a la lengua española, podían haberlo hecho con más eficacia y menos demagogia durante los ocho años que estuvieron en el poder. Entonces, la peña del amigo Ansar tragó de todo. Como tragará en el futuro, por mucho que ahora subscriba el manifiesto de la Lengua Común o el de la Lirio, la Lirio tiene, tiene una pena la Lirio. Así que, en mi opinión, Mariano Rajoy puede meterse la adhesión donde le quepa. Por culpa de tanto oportunista, al final siempre terminan vendiéndonos la lengua española como enfrentamiento entre derecha e izquierda; cuando, en realidad, los políticos de derechas tienen tanta desvergüenza como los de izquierdas. Es cosa del puerco y común oficio.

En cuanto a los que se llenan la boca de República o Guerra Civil, cuya realidad tanto manipulan, hay que recordarles que la mayor parte de quienes lucharon por esa República no lo hicieron para darles un cortijo con lengua propia a cuatro mangantes, sino para que una España de ciudadanos fuese más culta, libre y solidaria. Uno comprende que la derecha, con su desvergüenza innata, vaya y venga envuelta en toda clase de farfollas trompeteras. A fin de cuentas, su discurso es, a escala nacional, el que los nacionalistas mantienen a escala cutre. En cuanto a la izquierda, algunos llevamos treinta años preguntándonos qué pito toca en ese apoyo suicida al nacionalismo, que no fue de izquierdas nunca: situar ahí a Arzallus, Ibarretxe o Pujol es un desatino indecente. Como dijo Juan Marsé: «En la postguerra me putearon los padres y en la democracia sus hijos. Pero siempre me putearon los mismos».

Hay menos injusticia, afirmaba Montaigne, en que te roben en un bosque que en un lugar de asilo. Es más infame que te desvalijen quienes deben protegerte. Pensé en eso oyendo al presidente Zapatero referirse al Manifiesto de la Lengua Común, cuando expresó su esperanza de que la derecha «no se apropie del idioma español como hizo con la bandera». Todavía estoy dándole vueltas a si lo del presidente es candidez o cinismo. La derecha se apropió de la bandera española porque, desde la Transición, la izquierda se la regaló gratis, negándose a utilizarla hasta veintitantos años después: los mismos que ha tardado el Pesoe en pronunciar la palabra España. Y al final, entre unos y otros, han conseguido lo mismo que con la bandera. Lo que ya pasa en algunos colegios: que al niño que habla en español lo llamen facha.

Por eso me adherí al manifiesto. Confirma mi decisión el recular de los cobardes, el silencio de los corderos y el runrún de los tontos: los equidistantes que siempre acaban favoreciendo al verdugo. Me reafirma la furia de los caciques paletos y los escupitajos de mala fe de quienes tienen la osadía de llamar nostálgicos del franquismo, e incluso extrema derecha –lo han hecho consejerías de cultura autonómicas y miembros del Gobierno– a firmantes como Miguel Delibes, Carlos Castilla del Pino, José Manuel Sánchez Ron, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Margarita Salas, o yo mismo. Luego algunos se extrañan de que me cisque en su puta madre."